jueves, 1 de mayo de 2008

Trabajadoras



Una trabajadora es mucho más que un empleado, que un trabajador. Una TRABAJADORA prepara café para ella después de que hizo cuatro o cinco para el resto; atiende el teléfono y la puerta sin que nadie se lo exija; compra el papel higiénico, las resmas y sabe que se está por terminar el cartucho de la impresora; barre antes de que llegue alguien y después de que otro alguien se vaya; discute con Litoral gas por la factura que llegó mal; va a trabajar menstruando y aún con unas líneas de fiebre; si tiene hijos los deja comidos, bañados y planchados (incubando futuros y crueles reproches).
Cuando llega a su casa, Una TRABAJADORA sigue realizando tareas que no están contempladas en ningún convenio colectivo, no son horas extras, no generan premios ni se cuentan para la antigüedad ni para nada... y preparan aunque sea un bife, ponen el lavarropas; llaman a su madre a su hermana o a una amiga; quizá dan algunos besos; preparan el cumpleaños de un hermano o sobrino o tía; compran el pan (porque son las nueve, y falta); se depilan; ayudan a hacer tarea o pis, o a encontrar el punto G; hacen la cama (de una plaza, o plaza y media, o dos plazas; o varias camas); dan la teta (totalmente gratis, sin IVA, sin retenciones); preparan las cosas para mañana; hacen trescientos dos abdominales; piensan la excusa para perdonar a ese imperdonable que quiere volver; cuidan a un hijo, un padre, a un nieto; se bañan y se van a dormir pensando que mañana hay que levantarse, que hay que seguir trabajando porque nunca nada viene de arriba.
Feliz día para todas.

No hay comentarios: