domingo, 28 de agosto de 2011

EL AMOR TIENE CARA DE...


(Ciber novela en 20 capítulos)
Ciber capítulo 11:
Marixa sentía que sin un hombre al lado su vida no tenía sentido. Aunque se juraba diariamente no flaquear en su tarea de encontrar el amor, a veces brotaban las ganas de abandonar. Necesitaba encontrar un sentido a su vida, necesitaba cambiar profundamente. Así que un lunes, apenas empezado el nuevo siglo, esta mujer con ansias de amar se dirigió a la peluquería. “Haceme algo totalmente diferente” le pidió a su coiffeur visagista. El artista trocó su larga cabellera enrulada de color castaño por una totalmente lacia y de color negro. “No parezco Morticia?”, preguntó ella. El coiffeur visagista le recordó la delgadez de Morticia Adams y Marixa salió de la peluquería corriendo y gritando “peluquero del orto!, te odio!!. Así que no le quedó otra alternativa que intentar bajar los 80 kilos de más que el desamor le había dejado. “Es tan flaco el amor, y tan gordo el olvido”, reflexionó frente a la heladera. Gordos anónimos era la única esperanza de adelgazar y, de paso y cañazo, conocer gente (léase: hombres). En la primera reunión se aburrió bastante, pero la charla la motivó para hacer la dieta. A la semana siguiente, con 300 gramos menos, volvió a ir. La tercera semana, con 450 gramos menos, se sentó más adelante, con toda la intención de participar. Grande fue su sorpresa cuando el mismísimo Dr. Comíshot, creador del milagroso sistema de adelgazamiento, subió al escenario. Marixa flasheó. Era…. mayor, pelado, algo fláccido, bastante más petiso que ella pero era… bueno, era HOMBRE. Los ojos de Marixa se clavaron en los del Dr. Comíshot y él, a lo lejos, sintió el flechazo. A partir de ese momento el descenso de peso de Marixa era proporcional a los minutos que duraban los encuentros con el prestigioso médico. En un mes bajó noventa kilos, lo que la colocaba casi en el peso que tenía en la primaria. Una noche, después de tantas charlas, colaciones y cenas light, el Dr. Comíshot por fin la invitó a dormir a su cama. No pudieron tener sexo. Marixa estaba tan desnutrida y tenía tanto hambre que no pudo resistir la tentación y le comió un testículo entero. Su abogado logró declararla inocente alegando “lesiones gravísimas famélicas”. Al regresar a su hogar recuperó los 90 kilos que había bajado y subió 23 más. En una semana.
Continuará
(Si querés leer los otros capítulos entrá a la sección CIBERNOVELA: http://laschicasdelosmartes.blogspot.com/search/label/Cibernovela)

1 comentario:

rastelman dijo...

AY QUE NERVIOSSSSSS...