viernes, 15 de julio de 2011

EL AMOR TIENE CARA DE...

(Ciber novela en 20 capítulos)

Ciber capítulo 10:

Luego de haber sido abandonada por el cubano, que prefirió vivir en Cuba antes que casarse con ella, Marixa estuvo a punto de perder la fe. Con 40 kilos de más y dependiendo del Rivotril para vivir, esta mujer de casi treinta años, empezaba a desear que llegara el final. Cuando comenzaba a tocar fondo volvió algo de luz a su vida. Emanuel tenía 15 años, pero a pesar de su minoridad era un hombre maduro y sensible. Marixa lo apuró un poco y el joven respondió de maravillas. Era bastante vago, pero a Marixa no le importaba. Además, la mayor parte del día se mantenía abstraído gracias al incesante consumo de drogas: pero a Marisa esto tampoco le importaba. Tampoco le parecía importante que cada tanto tuviera ataques de cólera y esgrimiera algunas armas blancas que guardaba junto a sus Power Rangers. “Lo amo y sé que tendremos un futuro hermoso, le falta madurar un poquito todavía”, se le oía decir a Marixa. A los cuatro meses de conocerse Emanuel se instaló en la casa de ella a pesar de la rotunda desaprobación de la familia Malalatte. “Te van a meter presa por corrupción de menores!” alertaban a Marixa sus padres y allegados. A ella tampoco le importaba, porque si bien Emanuel era un pendejo inmaduro, vago, sin futuro, drogón, violento, pendenciero y además no la amaba, tenía algo que lo hacía especial para ella: era HOMBRE! Esta circunstancia fue suficiente para que Marixa luchara con todos los recursos a su alcance para salvar este amor. En innumerables ocasiones lo fue a rescatar de la Comisaría, le entregaba su magro sueldo casi totalmente, le permitía traer otras chicas a casa (“si él es feliz yo soy feliz”, decía cada tanto) e incluso le permitió que tuviera un hijo con una ex compañera de Colegio. Todo lo soportó estoicamente en pos de formar la tan ansiada familia que siempre había querido tener, todo lo toleró en el afán de amar y ser amada… Lo único que no pudo soportar fue que le dijera GORDA. ¡Gorda le dijo! Ese día, Marixa puso de patitas en calle a este pendejo inmaduro, drogón y pendenciero y en la puerta de su casa pegó una cinta negra como símbolo de la clausura al amor que acababa de decretar.

Continuará...

Para leer los capítulos anteriores hacé click acá:http://laschicasdelosmartes.blogspot.com/2009/07/el-amor-tiene-cara-de-verga.html


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